Goleada Estatal

Por: María Camila Murcia Castañeda
Al ver todos los días en un Transmilenio como la tolerancia se va degradando a un nivel cero, o menos cinco, hay ciertas maneras de volver a unir a un país. El mundial, esta vez se convirtió en la combinación perfecta de emociones, alegrías y olvidos.

Cuando clasificamos al mundial, se empezó una fiesta sin igual. Cuando ganamos los cuatro primeros partidos contra Grecia 3 – 0, después el de Costa de Marfil 2 – 1, contra Japón 4 – 1 y finalmente frente a Uruguay 2 – 0, fueron millones de corazones unidos a 23 jugadores representando nuestro país. Y el último, en el que perdimos, contra Brasil 2 – 1, teníamos todas las esperanzas unidas a ganarle al Mounstro futbolero como una vez, un 5 de septiembre de 1993 le ganamos a Argentina 4 – 0.

El partido amistoso contra Brasil –una revancha justa porque todos sabemos que era gol de Yepes– se realizará el 5 de septiembre. ¿Correremos la misma suerte? Ganarle a un mounstro futbolero como lo es Brasil y recoger la dignidad que nos quitaron en el mundial y así poder olvidar todos los problemas que acosan a Colombia como: la situación de sequía en la Guajira, las niñas afectadas en El Carmen del Bolívar por “una enfermedad psicogénica” según el presidente Santos, el proceso de paz que según las Farc aún no está en etapa final, pero según el Gobierno sí y muchos otros ejemplos como este.

Éstos han sido 3 goles a cero ganando el Estado. Claro está, sin mencionar los demás. Yo creo que ya perdimos por goleada. Mañana a las 7:15 de la noche habrá alegría colectiva, pero también habrá un olvido de los problemas que aquejan al país. Ahora, ¿qué tan bueno puede ser ese lapsus de memoria colectiva? Bueno, sólo espero que la Selección Gane 4 – 0. ¡Ah no, cierto que de eso no estaba hablando!



¡Buena suerte Colombia!, no sólo con el partido, sino también con los problemas que te acongojan.